Mindfulness : Concentración y Atención Plena

En este ajetreado mundo en el que vivimos, en el que estamos constantemente conectados a las nuevas tecnologías, la mente salta de un lado a otro continuamente esparciendo y distrayendo nuestros pensamientos y emociones, lo que nos puede hacer sentir: estresados, nerviosos, e incluso ansiosos.

La forma de vivir de las sociedades occidentales nos pone en piloto automático, lo que significa que los días pasan sin que nos demos cuenta de lo que ocurre en nuestro interior o nuestro alrededor. Vamos tirando, caminando por la vida, "sin parar ni un solo instante" a observarnos internamente, sin parar a pensar en nuestras necesidades. Siempre rumiando, aferrados a las expectativas más que a la realidad.

Vivir en piloto automático, una mala opción

Vivir en piloto automático, vivir por inercia y dejarse llevar por la rutina puede resultar muy cómodo a corto plazo. Es más fácil que los días pasen y no afrontes el miedo a hablar con tu pareja sobre lo que sientes. O es menos complicado dejarse llevar por el día a día que reconocer que estás triste, ¿verdad? Ya se alinearán los planetas para solucionar tus problemas…

Pero vivir lejos del presente, es decir, con la coraza puesta y sin sentir nada, puede ser negativo a la larga, porque cuando ocurre algo que nos sacude (por ejemplo, nos despiden del trabajo o nos deja la pareja), entonces toca pisar con los pies en la tierra. Además, vivir en las expectativas puede hacernos tremendamente infelices.



Mindfulness: más que técnicas, una filosofía de vida

La práctica Mindfulness, más que un conjunto de técnicas para estar en el momento presente, es una filosofía de vida, una actitud que hay que adoptar para volver a conectar con uno mismo. Es un estilo de "afrontamiento" que impulsa las fortalezas personales, que ayuda a autorregular el comportamiento y a conocerse mejor, además de crear un ambiente propicio para el bienestar.

En otras palabras, la Atención Plena o Mindfulness es una manera consciente e intencionada de sintonizar con lo que está pasando dentro de nosotros y nuestro alrededor, y permite desenmascarar automatismos y promover el desarrollo integral.

Unos minutos al día no es tanto…

Para algunas personas, aquellas que viven eternamente estresadas, encontrar 5 minutos al día para conectar con uno mismo les puede resultar complicado. Pero invertir 10, 15 o 20 minutos al día para el propio bienestar no es tanto.

Como ya se ha mencionado, lo importante en la práctica de esta disciplina, independientemente de las técnicas que se empleen, es adoptar la actitud Mindfulness, que promueve la atención, en el momento presente, sin juzgar, y con compasión hacia uno mismo y hacia los demás.

Ejercicios basicos Mindfulnes

Ejercicios Mindfulness para un mayor bienestar

Es importante resaltar que practicar Mindfulness, por ser una actitud ante la vida, no se limita simplemente a la realización de estos ejercicios, sino que es una "manera de afrontar" los sucesos que ocurren en la vida diaria. Aún y así, adoptar un hábito saludable como este, es beneficioso por muchos motivos.

Mindfulness en un solo minuto

Este ejercicio es ideal si te estás iniciando en la práctica Mindfulness, pues es a medida que avanzas en el aprendizaje de la atención plena, es ideal incrementar el tiempo de práctica hasta llegar a unos 15 o 20 minutos diarios. Además, por tratarse de solamente un minuto, este ejercicio lo puedes practicar en cualquier lugar y en cualquier momento de la vida diaria.

Musica para Mindfulness:

Respiración de aterrizaje aquí y ahora

Este ejercicio es ideal para para apagar el piloto automático. Al practicarlo, la atención se centra en el momento presente y detiene el fluir constante de los pensamientos, recuerdos, imágenes o ideas. Es ideal para descargar de la tensión acumulada de una manera muy sencilla.

Para llevarlo a cabo, es necesario centrar la atención en la "respiración". Algo similar como en otras tecnicas como el yoga, tai-chi y zen. Se debe realizar una inspiración suave, profunda y constante por la nariz. Al llenarnos de aire, soltar enseguida el aire por la boca con intensidad pero sin forzar la garganta. Al notar una "distracción" (que es normal), observamos qué es aquello que captó nuestra atención y regresamos de nuevo a la respiración.